16 noviembre, 2009

VACÍO


Blanco, murallas blancas, susurrando.
Mi odio se estruja, mi boca marchita,
Mi pelo es polvo, mi percepción una sombra.
Mis ojos son reflejos, que no se muta a reflejar colores.
Mi piel sin matiz, mis manos de barro.
El cielo sin degrades. El suelo sin poder pisar.
La gravedad de la nada, la densidad del silencio.
Vértigo a lo desconocido, vulneración de los aullidos.
Voz seca, flor muerta, tú de llavero,
Espejo en mi frente, un beso requerido,
Un quiebre del silencio inoportuno,
Hace bing-bing-pam! Inesperado.
Y después de tanto tiempo estancado,
El que yo misma cree, barreras antepuestas,
Autoengaño todavía no exiliado.
Néctar de putrefacción.
Oídos ciegos, negro color.
Realidad petrificada, escalar sin niuna montaña-
Cima del horizonte, escapa del borde.
No hay límites, vuelvo a sentir vértigo.
Escalera sin rejas, puerta sin chapero
Y me lanzo al vacío, esperando escuchar
El aullido del reloj, pero en el vacío no hay nada,
Solo tu voz temblorosa y de espalda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario