15 noviembre, 2009

LARGA SOLEDAD


Frustración, negro laberinto, sensación extraña,
Los sentidos se paralizan, el tiempo se detiene,
Solo mis sollozos se escuchan, y yo tratando de estar en pie,
Pero me absorbo, y me vuelvo débil, aquí en este vacío inmundo,
Desgraciado vacío de mis colores, tiemblan dentro de una burbuja,
Me susurran al oído, que no espere lo que nunca llegará.
Me rindo, me rindo, me siento superado, el miedo me hace vulnerable.
Quiero correr, botar la energía que lleva acalambrando mis venas.
Pero la manía de quedarme quieto, me estanca.
Ya nada me alimenta, ni siquiera los sueños que cree en cada despertar.
La soledad, Sucia soledad, es inevitable no poseerte en algún momento,
Pero duele, quema, cuando quedas por mucho tiempo.
Pasas desapercibida, te aprovechas de la debilidad,
Y una vez que has sido vista no me soltaste jamás,
Te quedas adherida a mi sangre.
Y marcando mi piel, que ya desgastada esta de tanta agonía.
Mis pies, ya no cumplen su función, ni se dignan apoyarse.
Mis fuerzas decaen, y la luz de aquella luciérnaga ya no inspira.
Mis incentivos ya no dan frutos, y si los diera,
No nutrirían a esta enfermiza soledad, angustia.
Los días pasan, días sin función, vagabundean en el tiempo.
Se pierden dentro de mi razón.
Y lo que hace algunos días me sabia a armonía,
Hoy me sabe a la a la mas podrida soledad,
Bañada de amargura, que penetra en mi alma,
La consume, y se hace parte de ella,
Y bajo mi cabeza, me encojo, y aquellos ojos
Solo sirven para ahogarme más, en esta, fría,
Frustrante soledad, de mi cobarde realidad

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